Recuerdo como si hubiese sido ayer el día que nació mi bebé. Fui cesárea programada primero porque mi hija estaba sentada, pero la decisión final se dió por mi condición de hipertensión.
Les confieso que unos días antes de la fecha de cesárea mi hija ya estaba en la posición correcta, consulté con mi doctor si entonces tendría que ser parto natural, y me dijo que me mantenía con la cesárea para evitar riesgos por lode mi presión alta. En Panamá tenemos la ventaja de poder elegir si queremos que el nacimiento sea por cesárea aunque no sea necesario; pero en mi caso si lo era.
Así comenzó la historia del día que nació mi bebé
No sabía que esperar
A pesar de la inmensa felicidad que me causaba que iba a tener a mi hija, y de haber leido tanto, no podia dejar de lado que tenia un cuadro de hipertensión, que habia escuchado a otras mujeres decir que la epidural dolía más que el parto, que el dolor y la recuperación después de la cesarea eran horribles y me daba un poco de miedo pensar en esas cosas.
La ansiedad sin duda se hizo presente el dia que nació mi bebé. Fue un día muy largo, el tiempo pasaba muy lentamente para que se llegara la hora programada de ingresar al hospital que era a las 6:00pm
Llegó el momento en que ingresé al hospital, tengo que resaltar que recibí la mejor atención que me pude imaginar. Me llevaron a un área de monitoreo porque tenía la presión alta (puede que la emoción influyera en esto) Mi esposo pudo estar conmigo en todo momento e incluso firmó el consentimiento para estar presente durante la cesárea.
La preparación
Me llevaron para colocarme la epidural, y saben qué? No me dolió para nada; era un mito más de los que habia escuchado. Se siente un pinchazo, pero no es el dolor que me describían algunas amigas; quizás también la tensión del momento ayudó a que no me doliera.
Luego entramos en el quirófano, conversé con la pediatra y en menos de lo pensado, pues llegó el momento en que los doctores empezaron con el proceso. No sentía nada, excepto una sensación de calor en mi vientre, pero más nada; cero dolor.
Nació mi bebé!
Puedo asegurarles que fue la mejor cita a ciegas de mi vida. Conocí el verdadero amor de mi vida en ese justo momento. Yo la amaba desde el día en que me confirmaron que finalmente tendría un bebé, pero no puedo describir el sentimiento al escuchar su llanto, de verla y tenerla en brazos, de ver mi sueño hecho realidad.
Inmediatamente la pediatra me la presentó e intentó de ponerla a que tomara leche de mi pecho para ir haciendo el vínculo y el estímulo. Luego de eso, me anestesiaron por completo y me llevaron a recuperación.
Después de la cesárea
Al despertar, no sentía nada. Me habían puesto una sonda y tambien tenía un medicamento para el dolor y me llevaron a una habitación para pasar la noche. Mi hija estaba en incubadora por unas horas ya que tenían que asegurarse que en efecto no tenia ningún problema en el desarrollo de los pulmones a consecuencia de mi diabetes gestacional.
A la mañana siguiente, no podía levantarme sola de la cama por efectos de la anestesia, pero cuando me ayudaron a levantarme, no sentí ningún dolor. Me tuvieron que ayudar a bañarme solo ese día, el resto de los días ya podía bañarme y caminar por mi cuenta, sin malestares.
Durante mi estadía recibía 2 visitas diarias una de mi ginecólogo y otra del pediatra; y me ponían al tanto de toda la evolución de mi hija. Yo opté por dejar a la bebé en el cunero y no tenerla en la habitación para evitar que tantas personas que me estaban visitando estuvieran en contacto con ella, una simple medida de protección; y tengo que confesar que fue algo bueno, y no me trajo ninguna consecuencia posterior en temas de apego. Esto es algo que define cada madre, y en mi caso tenía todo el apoyo de mi esposo.
Salí al tecer día del hospital sin ningún malestar y en casa todo salió muy bien en temas de mi recuperación. Realmente no puedo decir que sentí dolor alguno. El hecho de haber realizado el proceso de quedar embarazada con un tratamiento de reproducción asistida, no cambió nada ni me causó ninguna complicación.
El día que nació mi bebé fue la mejor experiencia de mi vida en todos los sentidos.
Luego vinieron otras etapas y situaciones que te contaré con más detalle.
Conclusión
Vivan las experiencias por cuenta propia, a veces nos predisponemos por cosas que otros dicen o experiencias agenas, pero nada garantiza que nos toque vivir lo mismo.
Mi mayor miedo al parto era que mi bebé tuviera alguna complicación después de tanto luchar por este embarazo, y gracias a Dios todo salió bien.
Asesórate de forma adecuada, prepárate física y mentalmente en todo lo que esté a tu alcance para tener un embarazo saludable y disfruta cada segundo.
Me encantaría saber de tu experiencia, compártela con nosotros!